Archivos Mensuales: octubre 2016

Otro signo del río


Otro signo del río

Mientras le pone semillas y agua limpia a un pajarito en su jaula, a un hombre, flaco hasta el hueso, le tiembla el pulso. Reconoce que ya está viejo y se augura dos o tres inviernos más.

Si a un arquero le tiembla el pulso alimentando a un pájaro preso debería ya estar muerto –piensa y casi se rie

Una choza, dos ollas, una cocina de leña, aperos de pesca, varias mantas y una barca que hace agua, son casi todas sus pertenencias.

Ya los secretos que atesoraba a nadie le interesan, lejos se ha ido su vida de antes; ha desaparecido, como todo lo que se lleva el río, pero no se siente limpio y fresco como cuando se baña en primavera.

Está cansado por dentro, su vida es solo es ya una absurda y terca supervivencia, no tiene espejo pero si se viera no se reconocería.

Ha sobrevivido, ha durado más que su espera, pero lo que esperaba ya no es, o está muy lejos y es gente ajena la que se afana siendo lo que antes él era.

Ahora es un animal mas del río, no tanto como un pez, si no como un gavilán, que vive afuera del agua, que vuela lejos, pero que se la pasa siempre alrededor.

No se puede regresar a lo que ya no es. Por primera vez reconoce que hace mucho tiempo huye, que solo se esconde y que ha sido derrotado por sus competidores, que quizá no han encontrado justificación ni conveniencia en terminar su insignificante vida, que continúa solo porque se alimenta de insectos y pescados, cuyas tripas hasta los gatos realengos vomitan.

Recuerda el pomo con veneno oculto en el mango de su sable. La puerta hacia la gloria del guerrero que fue, por si caía prisionero. Pero hace mucho que no es guerrero, y no recuerda donde perdió su sable y ha visto banderas extrañas ondear sobre las tropas que patrullan las riveras.

Abre la puerta de la jaula y espera en vano otra vez, porque el ave da varios saltitos afuera y se vuelve a meter.

Decide acostarse otra vez, pero no tiene sueño y se aburre de dar vueltas esperando a que le de hambre para ir a revisar sus anzuelos y nasas.

Se abriga y sale a ver al río, y ve subir trabajosamente a un pesado bajel con las insignias de un nuevo emperador que anuncia semillas y abono para los campesinos que quieran sembrar. Precios justos, aperos y sal para los pescadores que quieran pescar. Trofeos y premios para los cazadores que quieran cazar. Gloria y botín para los guerreros que quieran luchar. Lechones, becerros pollitos, chivitos y corderos para los criadores que quieran criar. Altares y templos para los monjes que quieran orar. Carreras en la corte para quienes quieran progresar. Pinceles, lienzos, público, premios, arcilla y hasta metal para los artistas con talento. Mercancías, almacenes y oportunidades para los mercaderes. Y sobre todo paz a los inconformes que nada puede contentar.

Él se queda esperando un rato a que regrese con la corriente la flotilla para leer otra vez los edictos, da unos saltitos para desentumecerse, no revisa sus redes, anzuelos y nasas. No tiene hambre hoy, ni ganas de cocinar, comerá mañana y luego se mete a su choza a esperar dos o tres inviernos más.

Luego, como no tiene nada más que hacer, dibuja con una ramita,en el suelo de su choza, una flecha ondulada como un kriss, casi temblorosa; porque quiere ahorrar tinta y sabe que le quedan aún muchos intentos para lograr dibujar un signo del río que le guste.

Para Elia y Edgar
Li Tao Po
VABM 23/Oct/2016

In gold we trust


In gold we trust

Si baja el crudo hay que bajar la producción
Por las buenas o hay guerra
Si el gobierno es enemigo mejor

El dinero si tiene bandera y color
Pero negocios son negocios
Desde nosedondistán hasta ecuador

Si compras o vendes
En la más transparente licitación
Es evidente que cobrarás comisión

Porque el trabajo de dirigente
Es dirigir gente
Hacia donde?

Por supuesto que se sobreentiende
Que hacia el progreso
Eso que tanto queremos

Claro que beneficiando a la mayoría
Que habita tu patrio suelo
Y tu no eres extranjero

Si los verduleros se cartelizan
Los dirigentes nos entendemos
Poeque todos queremos mantenernos dirigiendo

Así volemos el planeta entero
La administración y los detalles técnicos?
Algún partidario fiel sabrá de eso

Lo nuestro es el progreso
Los accionistas son muchos
Pero el negocio es nuestro

Hablemos de oro en el extranjero
Ese tema de generales, magnates, reyes y presidentes
Y claro de dirigentes
Para Elia y Edgar
Li Tao Po
VABM 22/Oct/2016

Gravedad

Gravedad

Los agujeros negros giran galaxias
Las estrellas atrapan planetas
Y estos a su vez satélites

Se curva el espacio hacia adentro
Se propaga la luz en espiral
Nace el tiempo que es local

Se expande el universo
Desde la explosión original
Y decae y se enfría la luz

Se aglutinan las partículas
Se acumulan las moléculas
De las proteínas llegamos a los virus

La transparente gravedad
Siempre presente
Siempre está

Por eso los cuerpos
Sin buscarse
Siempre se encuentran

Por eso los cadáveres demuestran
La evidente intrascendencia
De la aburrida realidad

Porque el amor se reinventa
Y para que la luna
Si no para suspirar?

Porque el amor renace siempre
Y para que las estrellas
Si no para pensar en ella?

Porque el amor siempre muda cuerpos
Y para qué la vastedad de la profunda noche
Si no para amar?

Y para qué hasta tu última célula
Si no para sentir la sangre como vino
Con la irresponsable locura del amor?

Que atrae cuerpos y mentes
Que enciende fuegos y tormentas
Independiente de lógica y conveniencia

Para Elia y Edgar
Li Tao Po
VABM 18/Oct/2016

Una risa que recuerdo

Una risa que recuerdo

Es un viaje la vida
En autobús la mía
Ni tan lejos

Se aletarga la tarde
Se alargan las sombras
Hacia el oriente

Un recuerdo vuelve
Bosteza sacando la lengua
Como gata amiga me visita

Viajé mucho e incómodo
Persiguiendo una sonrisa
Mariposa huidiza

Clavada a la realidad
Con alfiler de familia
Y aguijón de ambición

Recuerdo la risa
Y que por las ventanillas
El mundo no era tan irreal

Desde que murió
He decidido no dejar de fumar
Y engordar

El alcohol ayuda a cicatrizar
Pegado a las cuerdas
Un round más

Una vieja máscara
Ya no me queda
Olvidé de que equipo soy

Me compré un balón
Ya no veo mucho la TV
Juego casi onanísticamente

Al intento y error
Me hago trampa
Y siempre gano yo
Para Elia, Edgar y Ana 8A
Li Tao Po
VABM 12/Oct/2016

Mi charca favorita

No estoy aburrido
Estoy hibernando
Estoy acumulando Chi
Para este sábado

La montaña me espera
Como espera agua
La tierra reseca
Que sueña

Me quiere embrujar
Con fría neblina
Y altas vistas
De la madre mar

Con cascadas
Y pulidas lajas
Por la corriente
Electromagnética

De un río chiquito
Amigable y bonito
Casi una charca
Pero que es mi favorita

Para Marlon
Li Tao Po
VABM 12/Oct/2016

Dormido como un gato


Dormido como un gato


Los gatos no dormitan
Aprovechan la siesta
Sueñan peleas y fiestas
Bajo rojas lunas llenas
Y amoríos en tejados

Los gatos no caminan
Se surfean la vida
Fluyen en la rutina
Funden en ella
Sus tristezas y alegrías

Una vez comidos y dormidos
Que se prenda la guerra
A los gatos no les interesa
Se van por los aleros y techos
Buscando pelea o sexo

Es casi lo mismo para los gatos
Que vivamos o que muramos
Siempre y cuando dejemos a alguien
Encargado de sus caprichos y reclamos

Felino es uno de los atributos del Dios
Gatuno es otro menos usado
Nunca dormido y siempre alerta
Todos lo imaginamos
Aunque descansó un sábado

Que todo lo ve
Todos esperamos
Pero si es como los gatos
No creo que le interesen demasiado
Los asuntos humanos

El desprecio de los felinos
Por los torpes y trágicos monos
Por los perros y otros domesticados
No creo que ellos lo hayan inventado
Creo que es un reflejo de lo que pasa en el cielo
Para Elia y Edgar
Li Tao Po
VABM 12/Oct/2016

Fluyendo

​Fluyendo
Fluye el río
En el río del tiempo
Fluimos ambos

Bellos instantes
Al lado de mi amor
Ratos fugaces

Inatrapables
Igual que los reflejos
Inolvidables

Nos llueven hojas
Las nubes pasajeras
Deslizan sombras

De los pájaros
Como de los árboles
Es el encanto

Para Elia
Li Tao Po
VABM 9/Oct/2016

El cementerio de los anzuelos

El cementerio de los anzuelos


A dos metros de la superficie, clavados en las rocas, se corroen-disuelven en el mar un montón de anzuelos. Duermen-velan la realidad del metal.

Quien me dirá si mi realidad es más veraz. O la de esta sociedad, de la mentira escandalosa y el conveniente silencio.

Una vez se me enredó un anzuelo y como tenía ganas de nadar, me metí al agua a tratar de sacarlo. Pero cuando vi al cementerio de los anzuelos me entró a la mente un desasosiego, que no se me ha olvidado aún.

Ver aferrados a las rocas, en el fondo del mar, a ese montón de intentos, fracasados pero no muertos, es algo que impresiona.

Sedales rotos oscilando en el vaivén de las corrientes. Pedazos de redes, plomadas y anzuelos tentando aún a los peces, sin resignarse a la muerte, oxidados ya «por el mar que a todo puede ocultar, si se busca con paciencia el lugar».

En su cementerio, los anzuelos son y están, como armas o herramientas.
No esperan, no desean, no sueñan.
Verticales a la derrota y la gloria, nada anhelan.

Mientras una red rota apresa el cadáver de una tortuga. Arriba de ella las olas golpean al terco malecón, que alguna vez será arena.
Y por encima de ellas, las nubes reconfiguran la atmósfera, que es una planetaria burbuja, que gira espirales, cada vez más pequeñas hacia su estrella.

La gente, los peces y las aves marinas, con sus charquitos de salina sangre fugaz, son quizá más irreales o menos verdaderos, que la sólida realidad de los anzuelos en su cementerio; por lo menos, en su rutinaria comedia o tragedia por la supervivencia.
Para Elia y Edgar
Li Tao Po
VABM 9/Oct/2016

Un ocaso demasiado hermoso


Un ocaso demasiado hermoso

El pescado salió pegado del anzuelo, no hizo ningún intento de zafarse, o por lo menos no lo sentí. Había recogido el sedal para irme.

Un barco camaronero había comenzado su faena, muy cerca de la roca desde donde yo pescaba, su ruido me molestaba y me humillaba un poco verlos trabajar tan cerca de la playa con su redes de arrastre; así que había decidido guardar mis aperos de pesca, y dedicarme descaradamente a mirar el mar hasta que alumbrara la primera estrella.

Era lo que llamamos aquí un pez de piedra; incomible, feo y ya estaba muerto. Me tocaba desengancharlo. Por uno vivo y bello hubiera cortado el anzuelo, pero por este que hasta venenoso podía ser, me decidí por girar duro el sedal esperanzado en que se desenganchara. Como al cuarto intento lo vi caer al agua.

Me sentí un poco culpable de haberlo asesinado, pero comparado con la destrucción industrial de las naves camaroneras, yo era un artesano y además yo había dejado en el agua un anzuelo grande y sin carnada como excusa para dedicarme a hacer lo que realmente estaba haciendo, que era descansar y ver el mar.

El mar estaba de lo más normal y el color del ocaso no era nada espectacular, los pelícanos se marchaban en grupos a sus nidos, en la lejanía se veían bandadas de cormoranes y otra aves marinas. En la rada los buques esperaban su turno en el puerto y los que partían lo hacían con la prisa usual del comercio internacional en tiempos de paz. En fin, todo estaba de lo más normal. Fue quizá el aburrimiento lo que me hizo quedar a esperar la noche, de todos modos el clima era agradable y se estaba cómodo en camiseta.
Como a las siete vi caer un pequeño meteorito que se apagó antes de llegar al agua. Eso fue lo que me decidió a irme porque seguramente no iba a pasar nada más.

Estaba viviendo en la casa de una amiga médica, que llegaría ese día después de media noche, porque estaba de guardia, ella me daba posada, pero más nada, y sabía que la nevera estaba casi vacía, así que decidí comer algo antes irme a su casa a dormir.

Una pequeña hamburguesa quemada, en un carrito de comida rápida de la playa, fue lo que me permitió mi presupuesto. Quedé con hambre, eso es normal a los diez y ocho, pero como ya estaba acostumbrado no me importó mucho, eso también es normal a los diez y ocho.

Me decidí dar una vuelta por el puerto para no ir a aburrirme a una casa vacía, no quize entrar a los muelles aunque me había hecho amigo de un guardia que por cigarrillos me había contado algunos secretos del comercio internacional ilegal y algunos chismes del contrabando militar interno.
Esa noche no había mucha gente trabajando en el puerto y seguramente mi amigo estaría tan aburrido que acabaría con mis pocos cigarrillos.

Caminé por la ciudad –por sus bares de la siempre tristeza, por sus tiendas de la siempre falsa apariencia y por sus calles y avenidas de la siempre prisa a donde mismo– hacia la casa de mi amiga

Yo dormía en un cuarto de la planta alta, tenía entrada independiente por una escalera al lado de la cochera.
Las luces estaban apagadas así que subí directo, abrí la puerta de mi cuarto, encendí las luces y sorpresa, allí estaba ella dormida en la cama, en la mesa había comida y una botella de ginebra por menos de la mitad.

Fui al baño a orinar y a verme en el espejo para darme instrucciones acerca de como me debería comportar si todo resultaba una alucinación y cuando regresara no había nadie en la cama, y de como me habría de castigar si perdía esta oportunidad, en en caso de que todo fuera real.

Nos habíamos conocido en la universidad una vez que fui a la enfermería por un dolor estomacal. Era casada, la había visto llegar con otro tipo la noche anterior, me había ofrecido su casa con amabilidad pero con distancia, había hablado de ayudar a un estudiante del interior del país que no había encontrado donde vivir, pero el alquiler que me cobraba era más alto del que pagaban mis compañeros por sitios mejores, me llevaba diez años por lo menos y olía a anticéptico siempre.

Antes de decidirme a salir hice bastante ruido para ver si la despertaba.

Cuando salí del baño ya ella estaba en la mesa llenando dos vasos

— me quedé dormida esperándote
— me dijiste que estabas de guardia y me quedé dando vueltas
— decidí que estoy trabajando demasiado ?tienes hambre? Compré comida china
— si, muchas gracias
— yo también, sirve tu, trae los platos

Pasé por el baño y me felicité. –Vas bien amigo–me dije –si la llegas a cagar te mato– había algo de frío convencimiento asesino en mi voz que me asustó.

Tuvimos una agradable conversación de lo más casual y normal. Me demoré algo en entender su enfoque. La cuestión era así: es normal que a una le provoque cenar con un amigo si el esposo de una va cenar con sus amigos y se pierde todo el fin de semana, además hacer el amor es la cosa más normal y desestresante que hay.

Yo estuve de acuerdo, mis conocimientos acerca del sexo y el estrés eran teóricos y ella ya estaba graduada. Casi le pido el número de teléfono de su marido para preguntarle a que hora pensaba regresar, pero ella lo llamó y me dijo que estaba apagado.

Me confesó que había curioseado en mis cuadernos y apuntes y que también escribía poesía.

Supe que no iba a tener que asesinarme cuando me besó en la boca y me dijo mientras se quitaba la blusa:

— tienes una fijación con el mar y los ocasos, a ver, dime como estuvo el de hoy?

Besándola le respondí convencido:
— el de hoy fue un ocaso demasiado hermoso.

Para Elia y Edgar
Li Tao Po
VABM 2/Oct/2016

Prendido como cocuyo


Prendido como cocuyo

Hasta un gélido mar
El deseo me ha empujado
Y frente al hielo me he preguntado
Que es lo que realmente busco?

Que oscuro animal nocturno
Me induce los sueños
De que tamaño es mi anhelo
De una tajada del universo

Han sido tan pocos los amoríos
Y tan serios los intentos
Que a veces pienso
Que lo mío no es un camino

Que mi corazón no es viajero
Que es un pájaro doméstico
Que está acostumbrado a estar preso
Aburrido pero calentito y bien comido

Que es como algunos peces
Que hacen SU nido en SU río
Y lo defiende hasta la muerte
A mordisco limpio

El problema es que nunca he tenido río
Que los fracasos me han hecho tímido
Que las traiciones me han puesto precavido
Y que por curiosidad en más de un problema me he metido

Los cocuyos se hacen los muertos
Cuando los agarran
Yo me hago el serio y desentendido
Pero sigo buscando un río donde hacer MI nido

Para Elia y Edgar
Li Tao Po
VABM 1/Oct/2016