Archivos Mensuales: diciembre 2010
Wishing you, catch a butterfly, with signs
Wishing you, catch a butterfly, with signs
To try
To describe an instant:
To try
To catch a butterfly…
Just with signs
Wishing you the best, my friend
VABM
http://victor-bueno.blogspot.com/
December 30, 2010
De los límites del mundo
De los límites del mundo
Su nombre: Lin Po, aun es inmune al olvido. De la estirpe de los Tao; autora menor –sin cargo oficial de escriba— medró en la burocracia del segundo emperador de la dinastía que conquistó menos de la mitad del norte del actual imperio, durante el segundo ciclo del pez, en la cuarta era de la sierpe.
Se ha catalogado de mítica a esta autora de unos irregulares versitos de fácil rima en tantos idiomas, que nunca nadie ha podido explicar porque no han desaparecido –evaporados por el sol del olvido—de nuestro hablar; porqué tantos músicos han hallado tantas canciones en su obra y porqué han invadido el terreno de los refranes, utilizados siempre por los mendigos de las ideas, para explicar lo que les viene de afuera de su miserable mundo.
Siempre la imagino, caminando las mismas calles que yo aun camino, comprando las verduras para la sopa de su cena, en el mismo anciano mercado en el que ambos hemos comprado y regateado, pensando estas líneas, suyas: “He escrito, otra versión del poema, que como sierpe fría, por el mundo se desliza, soy poetiza”
Proveniente…
De los límites del mundo
De sus orillos
Del círculo profundo
Evidente y oculto
.
.
Que del redondo mundo
Es nuestro límite
Ilusorio y absurdo
.
.
Que se mueve con uno
Que es el futuro
De cada uno
.
.
Puede venirnos la paz o la guerra
O la revolución
Con sus nuevos amos y mendigos
Y su eterna división entre
Carnívoros y herbívoros
.
.
O una riada de blancos pececillos
O un banco de tahalíes
O la tragedia
.
.
O la sequía
O la tormenta
O un nuevo color del cielo
.
.
O una bandada de pájaros negros
O un nuevo amor
O un nuevo enemigo
.
.
U otro olvido
.
.
Que alguien trate de interpretar
Lo que nos viene del fin del mundo
.
.
De usarlo como indicio
Para hacer vaticinios
.
.
Me parece demasiado bello
Demasiado sencillo
.
.
Porque siempre he creído
Que los principios de este mundo
Siempre nos serán ocultos
.
.
Que sus finales
Siempre se nos esconderán
Donde finaliza el horizonte
.
.
Y que solo somos alimento
Para el gran pez
Que es el único animal real
Del multiverso actual
.
.
Para el que fue construido
El profundo océano
Que casi es infinito
.
.
Para Sir Roger Penrose
VABM miércoles, 29 de diciembre de 2010
https://vbueno.wordpress.com/2010/12/30/de-los-limites-del-mundo/
El escarabajo rinoceronte dorado
El escarabajo rinoceronte dorado
El Dios –Cuyos designios son siempre oscuros y ajenos a los humanos—me ha asignado la labor de calificar esta composición en la asignatura de poesía uno, que dicto en donde llegué, exhausto.
Me ha tocado, la transcribo textualmente.
A través de mi vida también ha pasado:
El escarabajo rinoceronte dorado
Por mi vida ha pasado
–Mi mundo ha sido transitado–
Por el escarabajo rinoceronte dorado
Múltiples veces
.
.
De ocasos tristes
E intentos cansados e inútiles
El universo que percibo
Está construido
.
.
Hoy es veinte y cuatro de diciembre
Estoy (Soy) provengo
De la parte austral de América
Y me abruma su carga de penas heredadas y ajenas
.
.
Proveniente –supongo—
De lo más umbrío y húmedo de la selva
El escarabajo rinoceronte dorado
–Creo– es uno de los insectos más grandes y pesados
.
.
No creo que sea capaz de vuelos altos ni prolongados
Pero –creo que — quince metros (15 segundos a un metro de altura)
Son más que suficientes para alejarlo de sus enemigos
Incluso de los humanos
.
.
Algún exagerado le ha achacado
Al escarabajo rinoceronte dorado
La culpa de algunas pelotas y piedras
En la rotura de algunos vidrios de ventanas
.
.
Pero creo que podría astillarlos
Como algunos pájaros
De volar estos lo suficientemente bajo
O de haber aquí edificios lo suficientemente altos
.
.
Nunca he logrado sujetarlo
–Al menos no — con una sola mano
Porque el escarabajo rinoceronte dorado
Es verdaderamente fuerte y pesado
.
.
Además de disponer de tenazas
Lo suficientemente fuertes
Para romper la piel de la palma de la mano
De quien se atreva a sujetarlo
.
.
No hay –hasta donde yo sé—
Pájaro capaz de alimentarse de él
Ni insecto que pueda enfrentarlo
A excepción de lo bachacos
.
.
Pero estos – todos sabemos—
Son carroñeros y atacan en grupo
Aunque solo cazan cuando tienen mucha hambre
Cuando se les acaba la comida a que están acostumbrados
.
.
El escarabajo rinoceronte dorado
–a mi parecer– es un caso exitoso de gigantismo
Una especialización adaptada
A la selva húmeda (ver bibliografía)
.
.
Los problemas del escarabajo rinoceronte dorado
–casi estoy seguro—se inician cuando este llega a los asentamientos humanos
Cuando se acerca a los muchachos y muchachas
Cuando su olor a madera de ron añejado
.
.
Debido – supongo— a su alimentación
Lo delata ante algunas damas
Que lo consideran un riesgo para sus niños
Fácil de eludir e innecesario
.
.
Ahí es cuando todo el mundo se pregunta:
¿Cómo es posible que exista un bicho tan grande?
¿Por qué huele tan mal?
¿Cuál es su función en el ecosistema? Etc.
.
.
Yo nunca he entendido
¿Por qué viene al pueblo si le va tan bien en la selva?
O ¿Si es que se pierde?
O ¿si está tratando de conquistar otro ambiente?
.
.
Lo cierto es que –a mi parecer—
Es el caso más ilustrativo
De estar fuera de lugar
De no pertenecer al medio
.
.
Porque a una culebra, a una tarántula o a cualquier otra presa
Se le da muerte a la vista y rápido
Y a todos los animales se les trata de atrapar
Con fines decorativos o alimenticios
.
.
Pero al escarabajo rinoceronte dorado
Se le deja siempre estar
Un rato innecesariamente largo
A la espera de una muerte
.
.
Casi nunca exenta
De horror y tristeza
Yo he estado en algunas llegadas
Y despedidas del escarabajo rinoceronte dorado
.
.
Por eso en mi abstracción de este mundo
En lo que de él he resumido
Le he apartado un lugar de amigo
Y he llegado a apreciar las apariciones de ese bicho
.
.
Para Edgar
VABM sábado, 25 de diciembre de 2010
https://vbueno.wordpress.com/2010/12/26/el-escarabajo-rinoceronte-dorado/
Solo
Solo
Un anhelo hondo
Por debajo
De la más baja nube del horizonte
.
.
Un sentimiento de ira
Desde aquí hasta china
Mi repugnancia por la injusticia
.
.
Mi desconfianza del poderoso
Mi suspicacia del rico
Mi temor al secreto, sus truhanes y cómplices
.
.
A la infatuación del estúpido
Al convencimiento del ignorante
A la comodidad del flojo
.
.
Camino mi camino
Como llegué y me iré de él:
Solo
.
.
VABM 23.12.2010
Agua viva
Agua viva
En “El libro del mundo” de los Annew se lee:
En el aire
El agua es un gas inerte
O un vapor frío
.
.
En la lluvia
Aún es un mineral
Sin vida
.
.
¡Ah!
Pero en la catarata
De la reina…
.
.
Cuando ahí llueve
Sobre la casi púbica vegetación
De la falda de la montaña divina
.
.
Cuando casi abdominalmente
Se acumula el agua
En su casi vesicular laguna
.
.
Y luego durante el primer tramo
Cuando casi inguinalmente
El agua suma sales y ceniza
.
.
Y después cuando casi menstrualmente
Pero de manera continua
Acumula hojas y queratina
.
.
Preparándose para la siguiente caída
Y finalmente cuando casi vaginalmente
Inicia su caída definitiva
.
.
¡Ah!
Ahí estamos hablando de:
¡Agua viva!
.
.
Transcribo esto porque leo a una compañera de juegos literarios virtuales en la web escribir sobre la “vegetación púbica” en el concurso de poemas eróticos de mi blog.
Me abruma la inocencia de alguien que quiera aumentar el número de hits de mi blog con semejante pudor.
Creo que le daré el premio al negro que escribió lo siguiente, porque me encanta generar desconcierto:
.
.
Estoy en los palos grandes
Entre Altamira
Y santa Eduvigis
.
.
Si alguien sabe la diferencia
Entre estar y ser
Soy yo
.
.
Me he bañado
En la lechosa agua
De la quebrada de agua de maíz
.
.
Sé de ritos olvidados
El nuevo Dios
Me halle confesado
.
.
Cuando el producto
De mi esfuerzo
Esté completo
.
.
He quemado algunos granos
Le he cantado
Al Dios anterior
.
.
Para estar viva el agua
Debe haber lavado
Viejos anhelos
.
.
VABM Caracas 22 de diciembre de 2010
Del olvido y el retorno
Del olvido y el retorno
A la hora en que los pájaros regresan a sus nidos
Cuando el cielo del oeste es más rojo
Y es oro fundido el resplandor del sol en el río
Con otra jornada más sobre los hombros
Regreso en el tiempo a rumiar recuerdos y olvidos
.
.
Siempre te recuerdo con el primer quiróptero
Cuando la última garza levanta su vuelo de retorno
Envidio de los pájaros sus vuelos y nidos
Y busco mi boleto para el regreso prometido
En el sobre de mi sueldo cada vez más chiquito
.
.
Te imagino debajo de mi última nube colorida
A la sombra de nubes desteñidas
Sin tiempo para rumiar recuerdos y olvidos
Porque tu trabajo aun no termina
Y hay que cuidarlo o si no te lo quitan
.
.
A esa hora siempre me interrogo
Si todavía debajo del sol rojo
Que en el huracán del tiempo gira
Hay una chica convencida
De que soy su negrito querido y propio
.
.
Para Ana 8A
VABM 22 de diciembre de 2010
https://vbueno.wordpress.com/2010/12/23/del-olvido-y-el-retorno/
El concejo* a las tres A. M.
El concejo* a las tres A. M.
Como luminosos huevos
De insectos de otra galaxia
–
–
En celdas de otra cera
De ladrillos, cemento y acero
–
–
Las luces frías alumbran
El concejo a las tres
–
–
La mañana aun no se vislumbra
Pero sé que el mismo sol
–
–
Alumbrará otro día
De nuevo
–
–
De lo que no estoy seguro
Es que si yo estaré
–
–
O seré
Parte de él
–
–
Que le voy a hacer
Nunca he seguido concejos
–
–
* El Concejo, Estado Aragua, República Bolivariana de Venezuela
VABM Martes, 21 de diciembre de 2010
https://vbueno.wordpress.com/2010/12/22/el-concejo-a-las-tres/
Prefacio de Remolinos de tiempo
Remolinos de tiempo
Prefacio
Quienes tengan la suerte de leer “El libro del mundo” de los Annew, podrán encontrar en el capítulo XI (Del mar), lo que sigue; que copio textualmente de la página 76 de un ejemplar de la edición de 1978 de la colección antropológica de la Universidad de norte de los Andes:
Ritmo
El mar avanza, pero retrocede
Él siempre es donde está
Solo se estremece, no se mueve
Los ríos pasan, incluso se secan
Pero el mar siempre queda
Y aun así el tiempo pasa sobre él
–
–
El cóndor vuela altísimo, pero hay pocos
Los zamuros vuelan debajo y hay muchos
Y se laurean sobre el mundo
Con su planeo exquisito
Pero hasta para los zamuros hay un límite
Y sus días tienen número
–
–
Eso que pone término a todo
Incluso a los días del cóndor y el zamuro
Es reflejado por las olas
Mar adentro
Algunos días de calma chicha y júbilo
Nosotros lo llamamos Qu’u (armonía + ritmo)
–
–
Me lo encontré, de nuevo, en el momento más apropiado; lo he releído varias veces.
Que el tiempo es lineal, es un concepto ya viejo, creo que es algo que debemos superar; tomemos un árbol, por ejemplo: uno espera que los árboles florezcan, maduren sus frutos y envíen sus semillas a conquistar al mundo, siguiendo esa secuencia ordenada de eventos; pero estoy debajo de un árbol de mango que florece sus dulces mangos rojos de abril mientras madura sus ácidos manguitos amarillos de diciembre, simultáneamente, en este preciso momento.
Otro ejemplo: uno espera que la historia sea secuencial; que los explotados y los colonizados confronten al explotador y al imperialista continuamente, pero en este mismo momento en el mundo hay varios imperios levantándose desde antiguas colonias y parias celebrando, con su compensación de despido, junto a sus patrones.
¿Quieres más ejemplos?
En un conglomerado gigantesco como una ciudad ¿cuántos bebes están muriendo y cuantos viejos están naciendo otra vez, en este preciso momento, ahora, ya?
¿Estás siguiendo lo que digo?
Creo que el tiempo es como las olas, creo que incluso tiene remolinos, creo que todo se repite –diferenciándose solo un poco del paso anterior– como una ola, como una espiral, como un fractal.
La semana pasada vi un accidente, un camión con pollos rumbo a su beneficio chocó con otro que llevaba bobinas de papel para un periódico. Algunos pollos tuvieron menos de cinco minutos de libre albedrío, casi todos revolotearon hacia su otra orilla de la autopista y fueron atropellados por los carros que venían en el otro sentido. Muchas plumas dieron vueltas muchas veces en un remolino de viento que también giraba rotas hojas de ejemplares viejos de un matutino.
Los valkanios – sobre todo los del norte– supeditan la existencia de las cosas a las impresiones que ocasionan en los sentidos y le asignan alto grado de certeza a las sensaciones en grupo; por lo tanto para ellos el tiempo es tan real como la nostalgia, la esperanza, los sueños y los anhelos, siempre que estén confirmados por testigos; también para ellos el teatro es el único arte completo, al que los demás artes –menores por supuesto—solo le sirven de proveedores de artificios y artefactos; hace mucho tiempo que no vivo en Caracas y que no estoy con unos seres muy queridos, ojalá alguno de estos cuentos y poemas sencillos le transmita la mismas sensaciones que yo he vivido a alguien que me quiera servir de testigo, también me encantaría que alguien le pusiera música, cosas sólidas, vida y movimiento a algo de esto.
Ayer estuve en Caracas, una negra cortina de lluvia me ocultó todo su este de norte a sur, los guardaespaldas de alguien muy importante detuvieron el tránsito casi media hora para que este pasara y no sufriera la molestia de los embotellamientos de tránsito que son además un riesgo para su seguridad; espero que estuviera muy apurado por llegar a trabajar en algo de importancia transcendental y que no hayan sido muchos de los que estaban en la cola, que pensaran en atentar contra la seguridad personal de alguien tan importante.
He escrito un montón de páginas tratando de descifrar a Caracas y ya estoy comenzando a entender que su realidad es inatrapable en nada artificial, porque sus cifras son muchas, muchos sus versos, colores y mucha su música, escultura y pintura. Lo cual no me impide volverlo a intentar, además ahora tengo indicios confiables de que puedo escribir un acto de alguna obra teatral que la use de escenario y sé que algun@s amig@s me va a acompañar.
Del tiempo, de sus olas y remolinos, de lo que pudo haber sido, de lo que fue, y de lo que será, a pesar de que nadie puede estar totalmente seguro, de eso traté de escribir en este libro. Espero que me gane más amig@s que enemig@s.
VABM domingo, 12 de diciembre de 2010
https://vbueno.wordpress.com/2010/12/14/remolinos-de-tiempo-prefacio/
Remolinos de tiempo
Hola a tod@s:
La primera versión de mi octavo libro llamado Remolinos de tiempo ya está en BookRix, se agradece crítica constructiva :-
Favor ver:
http://www.bookrix.com/-vbueno
http://www.bookrix.com/_title-en-victor-a-bueno-m-remolinos-de-tiempo
Ventarrón
Ventarrón
Hoy pasa algo, ¡apuesto! —Dijo Evaristo. Roberto se quedó callado; entre ambos tenían muchos recuerdos y acuerdos; uno de ellos era que uno podía quedarse callado todo el tiempo que a uno le diera la gana, cuando uno no tenía ganas de hablar. De todos modos eran las diez, hora de comprar la primera botella, si se había hecho suficiente dinero y afortunadamente así había sido. En diciembre se vende más.
Yo por mi parte voy a estar preparado, porque aquí hoy pasa algo – repitió convencido Evaristo y añadió – Voy para la licorería, ya regreso.
Roberto se había acostumbrado a rumiar sus recuerdos y meditar durante los treinta y cinco minutos que se acostumbraba tomar Evaristo para desayunar solo otra vez, evaluar la competencia, saludar a la vecindad y comprar la primera botella. Pero los 1500 vatios, con que el vendedor de CDs piratas del puesto a su lado propagaba en todas las direcciones la última genialidad del RRRey del RAP, le impedían concentrarse.
Yo soy el RRREY, Yo soy la LEY, aquí donde usted me VE, tengo más real que USTED, ¿Qué le voy a HACER?, rey es RRREY, no tengo la culpa de no ser como USTED, si adora al becerro de ORO, porqué le da PENA, adorar a este MORENO de ORO, que VUELA…
Roberto sacó –lo que él llamaba– su talismán de san Víctor de Suiza que tenía colgando del cuello, debajo de la camisa, a la altura del pecho. Era un puñalito de 20 cm de acero inoxidable que se disfrazaba de crucifijo; se lo había comprado a un tipo que le juró que había sido capellán, que el amuleto estaba bendito, que estaba garantizado y que había sido probado en una cárcel en la que había trabajado. Roberto había dudado de las palabras del cura hasta que este había aceptado vendérselo al precio que a él le había parecido justo y apropiado; desde entonces solo se lo quitaba cuando se bañaba. Con la hoja del talismán –Dirigiendo la luz del sol– Roberto encandiló a vendedor de CDs, que entendió que debía bajar el volumen. Entre ambos habían llegado a ese acuerdo y a ambos les parecía muy normal seguir dicho procedimiento cada vez que Roberto necesitaba hablar por su teléfono celular, meditar o cualquier otra cosa que a Roberto le pareciera importante. Cuando el indicador de volumen del reproductor del vendedor de CDs salió de la zona roja, Roberto pudo oír la música de su mente que cantaba:
Viento que vienes y vas; viento que te llevas todo; que todo lo devuelves, pero desgastado; viento que lijas con arena, como el mar; viento que todo lo oxidas con tu lengua de gato; viento respeta mi rato, viento respeta mi huella.
Casi la pegamos. Eso sí era música—se dijo — de la banda ya no quedamos sino Evaristo y yo—recordando los días en que habían intentado ser artistas del rock and roll. Juntos habían intentado ser un montón de cosas: alumnos de bachillerato, soldados, empresarios en un montón de empresas, empleados en un montón de empleos y artistas en un montón de artes; pero en todos esos empeños habían fracasado porque nunca habían encontrado una ocupación en la que se pudiera beber, fumar, salir a pasear, piropear mujeres, leer, oír música, ver videos, dormir, ir al baño y comer, cuando a uno le provocara. Llevaban más de cinco años en la economía informal vendiendo baratijas.
Se dio cuenta de que, hasta donde recordaba, siempre había sido como un afiche de algo espectacular; quizá de un concierto de rock, quizá de un recital poético o de un anuncio de un escape a una isla tropical. Pero que ya estaba ilegible, desgastado y roto en varias partes, que hacía tiempo no le interesaba llevarle ningún mensaje a nadie, que incluso a él mismo ya no se decía nada, que solo sobrevolaba, rebotaba, entre las fachadas, aceras y calles empujado por el viento. “Periódico viejo”—Musitó para sus adentros.
Recordó haber volado alto junto a una bolsa plástica, un día en que escaparon por la ventana de la cocina de un apartamento que estaba en el piso número once de un edificio que propagaba el hastío en el viento, como algunos árboles propagan semillas y flores. Recordó que la caída demoró más de dos días con sus noches completicas.
Por ahí viene tu hijo el raro y viene con uno más raro aún—dijo Evaristo subiendo un escalón de la pirámide en cuyo tope estaba el ojo que todo lo ve de Roberto, vigilando que nadie se acercara a su corazoncito, seres queridos, dinero, propiedades y planes secretos. Nadie nunca había llegado a menos de diez metros de la cima de esa pirámide y era precisamente Evaristo el que más alto podía llegar.
Te he dicho miles de veces que no te metas con él, que así son los chamos ahora – dijo Roberto comenzando a presentir también que iba a pasar algo raro.
Hola Roberto—dijo su hijo— ¿Cómo te sientes? Te presento a mi amigo Felipe. Felipe te presento a mi papa, él me pagó una parte de la carrera, otra la pagó mi mama, pero yo pagué todo desde el quinto semestre ¿le encuentras algún parecido conmigo? Yo nunca lo encuentro, aunque mi mamá me dice tenemos el mismo genio.
En otros tiempos habría utilizado su atlético encanto juvenil y le habría roto algunos huesos de la mano, mientras mirándolo fijamente a los ojos le decía: Los amigos de mis amigos, mis amigos son ¿Cómo está esa juventud que irremediablemente lo hará mejor que nosotros, los que ya pasamos por las tarimas de este mundo?
Pero seguía sin tener ganas de hablar.
Estamos buscando un santa Klaus, porque así se dice, no santa clos, ni mucho menos papa Noel, que me parece tan de mal gusto – Continuó Robertico—debido a ser hijo de un matrimonio separado, siempre he querido tener un hogar con chimenea y todo, me parece tan lindo eso de la nieve, siempre he querido ir a Noruega. De todos modos Felipe se trajo su arbolito de navidad para el apartamento y yo tengo que poner el santa Klaus, porque se va a ver feo.
Su hijo era el tesoro encerrado en el centro de su pirámide, él había perdido toda esperanza de entender al chamo a sus cinco años y medio, cuando Robertico vomitó de asco, mientras él trataba de enseñarlo a limpiar los pescados que solo él había sacado, mientras el chamo lo miraba aburrido, en su quinto intento de transmitirle el gusto por la pesca que había heredado de su padre; que pocas veces lo llevó a pescar a él, porque decía que le daba mala suerte.
No tenía sino ese hijo –hijas tenía varias, de diferentes mujeres– Para su único hijo y para la madre de él –su primer matrimonio– tenía ahora la paciencia, la resignación y las buenas maneras que se deben tener con los extranjeros que hablan otro idioma y con gestos te preguntan por una dirección. Se me acabaron—dijo, le hizo un cheque y le indicó la dirección de un amigo que también vendía mercancía navideña.
Gracias papá, de todos modos no hacía falta, pero como Felipe aún no consigue empleo, creo que podemos usar este dinero en algo chévere. – Dijo Robertico y despidiéndose, añadió: Ah por cierto, ya tú lo debes saber hace años, desde la primera biopsia que te salió positiva, debes dejar de fumar y beber tanto, mi madre te manda a decir que mi tío le dijo que la última biopsia también salió positiva.
Familia política de médicos, un poco peligrosa la cosa – dijo Evaristo, pasándole un vasito plástico y la botella de ron.
El mareo del ron le sentó bien a su cuerpo, combinó bien con el mareo de los quince cigarrillos que llevaba y con el mareo que tenía desde que se había despertado, seguía sin ganas de hablar, así que solo dijo: ¡Salud! ¡Argh..!
El ventarrón llegó del este, Roberto sintió que el viento le lijaba los huesos; por primera vez asimiló con plenitud la verdad de que nadie es inmortal; que había partes de su cuerpo en las que ya no había carne y los huesos estaban expuestos; que había un montón de cosas malas y buenas que se podían achacar a él, pero que para él eran verdades y justicia; que las pocas palabras legibles de su anuncio decían “Quiera descansar”; que en la ciudad por donde había revoloteado tantos años, seguirían volando los papeles, los papagayos y los pájaros cuando ya él estuviera muerto y a salvo del viento bajo tierra; que de verdad tenía ganas de descansar; que el cuerpo ya no le daba para más. El derrame cerebral fue fulminante, fue terminal.
VABM 04 de diciembre de 2010